martes, 28 de junio de 2011

José María Arguedas, la música y el folklore como parte importante en el éxito de sus cuentos

La representación de La Danza de las Tijeras de José María Arguedas y la Contribución a la formación de la cultura andina
La lectura de la documentación sobre la danza demuestra que José María Arguedas, fue el escritor peruano que en su doble posición de literato y antropólogo contribuyó más a su conocimiento y a su constitución como uno de los elementos más expresivos de la cultura andina. Su contribución al conocimiento de la danza se basa en dos hechos. Por un lado, Arguedas estaba convencido de que las danzas indias del Perú, son símbolos y constituyen todo un lenguaje del pueblo. Por otro lado, existe un consenso en los estudios arguedianos sobre la transparente interrelación que hay entre su vida y su obra (literaria y antropológica). En este sentido, se remarca que Arguedas, antes de convertirse en etnólogo profesional en 1946, ya escribía en sus primeras obras literarias sobre sus experiencias personales al interior del universo cultural indígena. Más tarde, decidió obtener un doctorado en Etnología en la Universidad de San Marcos, con el propósito de utilizar el prestigio y autoridad de la ciencia etnológica para respaldar su conocimiento vivencial y sus ideales de defensa y divulgación de la cultura indígena. En efecto, se reconoce que la familiaridad suya adquirida en la niñez sobre los códigos culturales de los quechuas de la sierra central y sur del Perú, y sus particulares modalidades de recoger información etnográfica hicieron posible su representación fidedigna de los danzantes de tijeras. De otra parte, Arguedas tenía un interés personal en la divulgación de esta danza. En su clasificación del arte popular de las áreas culturales peruanas, Arguedas considera que los rasgos culturales andinos además del quechua son; el folklore musical, la arquitectura popular y la danza de las tijeras, las cuales considero en su obra "La Agonia de Rasu Ñiti".

La música es parte indisoluble de la narrativa Arguediana


Canto profundo

Muy fuertes eran los lazos que unían a José María Arguedas con la música de su pueblo. La presencia de cantos, instrumentos musicales y sonidos de  la  naturaleza  son constantes en sus escritos por ser,  precisamente, componentes inherentes a esa cosmovisión andina en la cual creció. De ahí la necesidad de resaltar su aporte a la preservación del verdadero arte popular andino.





IDENTIFICACIÓN DE ARGUEDAS CON LA DANZA DE TIJERAS
Para lograr entender la identificación que tuvo Arguedas con esta danza, debemos tomar en cuenta primero que él convivió con esta cultura casi toda su vida, eso lo fue motivando y dando un contenido más andino que hizo que se convierta en una identidad para él. Siempre estuvo rodeado por la música andina y eso lo hacía sentirse  parte de ellos.
Podemos decir que Arguedas a contribuido mucho con sus obras con la presencia de esta danza, ya que en tres de sus obras como: “Yawar Fiesta” donde menciona a estos danzantes, también en “La Agonía de Rasu – Ñiti”, ahí describe profundamente la vida de un danzante y por último “Los Zorros de Arriba y los Zorros de Abajo”, aquí narra como el danzante del mundo andino se enfrenta  a la presencia de los españoles que quisieron imponer su cultura y religión.
Con todo ello podemos ver como Arguedas defendió esta cultura en una época con mucha discriminación; también cabe recalcar que si Arguedas no hubiera existido esta danza no habría podido ser identificada, aunque tal vez con el pasar del tiempo se hubiera hecho reconocida por sus mismos creadores, aunque no con el mismo valor en cuanto a su preservación en el tiempo y el fruto que está dando en la actualidad ya que goza de un reconocimiento internacional
José María Arguedas antes de morir, dejo escrito que en su sepulcro lo homenajearan con la Danza de Tijeras. 


EL FOLKLOR DE ARGUEDAS
Entrevista realiza a la folclorista Chalena Vásquez
Chalena habla en su entrevista de dos conceptos fundamentales en las obras de   Arguedas que son LA LUZ y EL SONIDO, en los cuales va perfilando contextos, paisajes sonoros, a los  mismos personajes y también a la cultura Andina, donde describe las prácticas artísticas de la vida cotidiana, el trabajo que esta vinculado con la naturaleza de cómo puede influir la interpretación de la música en los estados de ánimo de las personas. La folclorista también comenta que si Arguedas utilizó la música no fue de manera casual si no como parte importante de la cultura de la gente de los pueblos con la que el convivio y compartió los momentos más felices de  su vida y de quienes aprendió y logro poseer esa gran sabiduría. 
En conclusión lo que trata de revelar o reflejar José María Arguedas en sus obras es transmitir, enseñar la forma indígena de cantar y que no solo se trataba de aprender los cantos, sino de adentrarse en el canto mismo. Y es que la forma del canto viene a ser una parte muy profunda de esta cultura.
Es algo así como el acento que acompaña al habla, aspecto que siendo tan característico de una lengua viva ninguna gramática puede registrar.
 
El acento en una de las huellas del idioma en tanto realidad eminente colectiva y que, aunque solo lo perciben los extraños, es capaz de sellar el sentimiento de pertenencia de una persona. La figura excepcional de Arguedas, excepcional en su autenticidad cultural que se manifiesta en la vivencia interior de determinados sentimientos y en su expresión exterior, a través del habla y del canto. A diferencia de tantos otros, en el no se trato de un "acercamiento" a la cultura indígena, o su reivindicación ni defensa compasiva, términos que remiten todos ellos a una relación exterior.


El Canto: una expresión divina

“Para la pena o para  a  la alegría, el indio siempre tiene un canto”.
José María Arguedas

El canto es una expresión natural del indígena. Tal vez la más sublime y la que guarda mayor carga de sensibilidad oral.
La voz del canto, es la voz del corazón, es la voz del alma del indio. Si a través de la palabra hablada, el indio puede expresar un sentimiento, es con el canto que en mayor profundidad se devela la esencialidad del indígena. Con el canto el indio se comunica con su pueblo, con sus hermanos. Expresan sus alegrías y sus tristezas. Pero también el canto es una comunicación con los seres que están más allá de su alcance. Por eso se canta también en los entierros de los indios. El indígena dedica su canto a la vida misma, por eso todo acontecimiento puede estar mediado por el canto.
En Señores e Indios José María Arguedas se detiene  a explicarnos la significación de los cantos. Cada canto está cargado de una gran significación simbólica, traeremos a colación dos de ellos como ejemplos de esta forma oral: el harawi y el wayno. El harawi concluye con un grito final que las mujeres prolongan en la voz más aguda.
"Son cantos de impresión - señala Arguedas - Es la expresión más intensa del hombre por comunicarse con las fuerzas  sobrenaturales, por llegar a ellas y conmoverlas"
. Así como el harawi, el wayno también tiene una gran significación para el indígena y para quien tiene una gran capacidad sensible de interpretar su contenido. "En el wayno - indica Arguedas - ha quedado toda la vida, todos los momentos de dolor, de alegría, de terrible lucha, y todos los instantes en que fue encontrando la luz y la salida al mundo grande en que podía ser como los mejores y rendir como los mejores.
Si encontramos este sentido en Arguedas para el canto del indígena, es evidente que toda su literatura esté acariciada por la melodía vibrante de la voz de los indios. Pues, para Arguedas, el canto se constituye en una manifestación cultural de gran relevancia en la sociedad indígena y a la que siempre intentaba destacar.
Según John Murra dice que "Arguedas llevaba de la mano a los músicos serranos a las estaciones de radio, a las disqueras; insistía en el registro de música y músicos autóctonos y buenos"
Por eso, cada canto tiende a sugerir una finalidad, a concretarse en un propósito que está encausado en el amor, la solidaridad, la tristeza, el dolor, el bien y el mal compartidos.
Se puede destacar la dificultad que asume Arguedas para revelar con su escritura el mundo indígena, porque detrás de esto es un hombre con memoria oral porque Arguedas vivió intensamente en sus primeros años, con los indígenas. Compartiendo su sensibilidad hasta la edad de siete años y memoria escrita porque Arguedas, una vez que entra a la Universidad siente el deseo de plasmar en su escritura el espesor poético de la cultura indígena con esta fusión busca  lograr una expresión que no sea solamente la concreción estética sino también uno de los caminos a la salida cultural del indígena.

6 comentarios:

  1. supongo que pueda ser eso, pero podemos agregar y aclarar más informaciones que contribuyan al buen conocimiento de la población.

    ResponderEliminar
  2. Me encanto.. Excelente nos ayuda a entender mas a nuestros hermanos indigenas... Jose Maria Arguedas me siento orgullosa como buena Andahuaylina que soy.

    ResponderEliminar
  3. No dice sobre los aportes q izo a la danza

    ResponderEliminar