martes, 28 de junio de 2011

El maltrato de parte de la madrastra de Arguedas influenció en su decisión de suicidarse

El maltrato psicológico que Arguedas recibió en su infancia por parte de su madrastra pudo ser una de las razones de una depresión que lo llevo a su posterior suicidio.
Un niño es abusado o maltratado según la ley cuando su salud física o mental o su seguridad están en peligro, ya sea por acciones u omisiones llevadas a cabo por la madre o el padre u otras personas responsables de sus cuidados, produciéndose el maltrato por acción, omisión o negligencia.
El maltrato psicológico es una de las formas más sutiles pero también más existentes de maltrato infantil. Son niños o niñas habitualmente ridiculizados, insultados regañadas o menospreciadas.
Dentro de las principales causas del suicidio está de la depresión. Muchas personas ven el suicidio como una forma de escapar del estado de angustia y desesperación en el que se ven inmersos.
Encuentran así en el suicidio una salida a la de rechazo, dolor o pérdida. El sentimiento de culpa, el no sentirse queridos, el sentirse mal tratados son a veces algunos de sentimientos que experimenta la persona y que llevan a un intento de suicidio.
En 1965 Arguedas improvisó un testimonio, ahí demuestra el maltrato psicológico que recibió por parte de su madrastra, del cual escribiré un fragmento:
 “YO SOY HECHURA DE MI MADRASTRA …  una mujer que era dueña de la mitad del pueblo; tenía mucha servidumbre indígena y el tradicional menosprecio e ignorancia de lo que era un indio, y como a mí me tenía tanto desprecio y tanto rencor como a los indios, decidió que yo había de vivir con ellos en la cocina, comer y dormir allí. Mi cama fue una batea de esas en que se amasa harina para hacer pan. Sobre pellejos y con una frazada un poco sucia pero bien abrigadora …”
El señor  David Aranaga, psicólogo de la Universidad Privada del Norte nos dice:
“A raíz del maltrato se pueden originar muchas cosas y trae muchas consecuencias, entre ellas una depresión profunda, un problema psicopatológica y diferentes tipos de personalidad.
En el momento que Arguedas empieza a vivir este tipo de maltrato su vida entra en conflicto, un conflicto de ¿por qué no me siento bien con la gente de mi raza y sí con la gente de otra raza?, y como se siente identificado y bien con la gente indígena, al ser un espíritu sensible, comienza a darse cuenta de lo atropellos, las penalidades, las frustraciones, todo lo terrible que ha sido y es el trato del hombre moderno de la costa con la gente indígena y produce en él una gran desazón al darse cuenta de lo que estaba pasando, que no podía hacer nada y que las personas seguían siendo las mismas año tras año, década tras década y al final tomó la decisión de suicidarse.”
Por estas razones se puede decir que el sufrimiento y maltrato que vivió Arguedas por parte de su madrastra influenció en su posterior suicidio.

Factores de discriminación social a los indígenas han influido en el aumento de la injusticia

LA DISCRIMINACIÓN A LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Son de una cultura milenaria que lucha cada día por no perder sus raíces. Muchas veces se los trata como invisibles, no se les da valor a su modo de ver la vida. Son los indígenas. Esa llamada tercera raza que en nuestro caso fue mezclada durante la época de la conquista, pero que en otras regiones luchó por mantenerse limpia, garantizando que por muchos siglos perduraran sus costumbres.
Llevan un largo proceso de muchos años por reencontrarse y buscar sus raíces para mantenerlas, lo que, de seguir así, les garantizaría un futuro como comunidad.
Se discrimina a una población sin comprender sus costumbres y en algunas ocasiones los trata como individuos menores.
Los Pueblos Indígenas han sido los "grandes ausentes" en la constitución de las sociedades modernas; aunque numerosos, son minoritarios en la atribución social del poder de decisión y control.
Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del dios del Progreso.
Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible.
América, ciega de racismo, no las ve. - Eduardo Galeano.
Cinco siglos igual
Soledad sobre ruinas
Sangre en el trigo
Rojo y amarillo
Manantial del veneno
Escudos, heridas
Cinco siglos igual

Desamor, desencuentro
Perdón y olvido
Cuerpo con mineral
Pueblos trabajadores
Infancias pobres
Cinco siglos igual

En esta parte de la tierra
La historia se cayó
Como se caen las piedras
Aun las que tocan el cielo
O están cerca del sol
O están cerca del sol

Lealtad sobre tumbas
Piedra sagrada
Dios no alcanzo a llorar
Sueño largo del mar
Hijos de nadie
Cinco siglos igual

Muerte contra la vida
Gloria de un pueblo
Desaparecido
Es comienzo, es final
Leyenda perdida
Cinco siglos igual

En esta parte de la tierra
La historia se cayó
Como se caen las piedras
Aun las que tocan el cielo
O están cerca del sol
O están cerca del sol

Es tiniebla con flores
Revoluciones
Y aunque muchos no están
Nunca nadie penso
En besarte los pies
Cinco siglos igual

León Gieco

Esta canción es una reflexión sobre el sometimiento que sufrieron los pueblos latinoamericanos a partir de aquel triste acontecimiento (para nosotros) en el que un sujeto conocido como Cristóbal Colon sin quererlo, de casualidad y sin nunca haber tomado conciencia de ello descubrió América, y desde aquel momento fuimos destinados a una esclavitud que continua hasta nuestros días.

Haciendo un poco de historia desde la perspectiva de los pueblos indígenas y, por supuesto, desde la perspectiva de las mujeres indígenas nos preguntamos dónde y por qué se originó el racismo y las diversas formas de discriminación y opresión con las indigenas, las hijas de la madre tierra. Según nuestra historia oral somos parte de la naturaleza, las montañas, el agua, el aire, el sol, la luna los animales y los minerales.

Del siglo XV al XVII la expansión del colonialismo y el dominio de una raza sobre otra se hace evidente, ligada a la imposición del poder de los europeos sobre los pueblos invadidos y colonizados.




Las Mujeres Indígenas y la secuela de racismo histórico

En el contexto histórico las mujeres indígenas han sido violentadas en las formas más denigrantes, desde la violación de nuestra madre tierra hasta el haber sido sometidas a la fuerza como objeto para la satisfacción sexual; internalizándola idea de ser un apéndice del varón y no un ser humano con voz, sentimiento, capacidad y decisión propia.

En la época de la colonia, el patriarcado y el machismo vinieron también con los europeos colonizadores. Cuando hablamos de la situación de las mujeres indígenas y la suerte que tuvieron nuestras abuelas que gestaron hijos e hijas de los invasores, algunos estudiosos nos consuelan diciendo que por lo menos nuestros invasores se mezclaron con nosotras, y no es el mismo caso de los invasores ingleses o franceses. ¿Será que esta afirmación responde a sentirse agradecidos por haber sido salvados de seguir siendo descendientes de los "ignorantes indios sin alma"?

En América, los países con mayor población indígena son México, con alrededor de l0 millones, Perú con 8 millones, Bolivia con más de 4 millones y Ecuador con 5 millones y finalmente Estados Unidos, con más de 2 millones. Si agregamos que casi el 50% de estos promedios oficiales son mujeres, tenemos unos 20 millones de mujeres indígenas que son víctimas de las formas contemporáneas de racismo y discriminación.

José María Arguedas, la música y el folklore como parte importante en el éxito de sus cuentos

La representación de La Danza de las Tijeras de José María Arguedas y la Contribución a la formación de la cultura andina
La lectura de la documentación sobre la danza demuestra que José María Arguedas, fue el escritor peruano que en su doble posición de literato y antropólogo contribuyó más a su conocimiento y a su constitución como uno de los elementos más expresivos de la cultura andina. Su contribución al conocimiento de la danza se basa en dos hechos. Por un lado, Arguedas estaba convencido de que las danzas indias del Perú, son símbolos y constituyen todo un lenguaje del pueblo. Por otro lado, existe un consenso en los estudios arguedianos sobre la transparente interrelación que hay entre su vida y su obra (literaria y antropológica). En este sentido, se remarca que Arguedas, antes de convertirse en etnólogo profesional en 1946, ya escribía en sus primeras obras literarias sobre sus experiencias personales al interior del universo cultural indígena. Más tarde, decidió obtener un doctorado en Etnología en la Universidad de San Marcos, con el propósito de utilizar el prestigio y autoridad de la ciencia etnológica para respaldar su conocimiento vivencial y sus ideales de defensa y divulgación de la cultura indígena. En efecto, se reconoce que la familiaridad suya adquirida en la niñez sobre los códigos culturales de los quechuas de la sierra central y sur del Perú, y sus particulares modalidades de recoger información etnográfica hicieron posible su representación fidedigna de los danzantes de tijeras. De otra parte, Arguedas tenía un interés personal en la divulgación de esta danza. En su clasificación del arte popular de las áreas culturales peruanas, Arguedas considera que los rasgos culturales andinos además del quechua son; el folklore musical, la arquitectura popular y la danza de las tijeras, las cuales considero en su obra "La Agonia de Rasu Ñiti".

La música es parte indisoluble de la narrativa Arguediana


Canto profundo

Muy fuertes eran los lazos que unían a José María Arguedas con la música de su pueblo. La presencia de cantos, instrumentos musicales y sonidos de  la  naturaleza  son constantes en sus escritos por ser,  precisamente, componentes inherentes a esa cosmovisión andina en la cual creció. De ahí la necesidad de resaltar su aporte a la preservación del verdadero arte popular andino.





IDENTIFICACIÓN DE ARGUEDAS CON LA DANZA DE TIJERAS
Para lograr entender la identificación que tuvo Arguedas con esta danza, debemos tomar en cuenta primero que él convivió con esta cultura casi toda su vida, eso lo fue motivando y dando un contenido más andino que hizo que se convierta en una identidad para él. Siempre estuvo rodeado por la música andina y eso lo hacía sentirse  parte de ellos.
Podemos decir que Arguedas a contribuido mucho con sus obras con la presencia de esta danza, ya que en tres de sus obras como: “Yawar Fiesta” donde menciona a estos danzantes, también en “La Agonía de Rasu – Ñiti”, ahí describe profundamente la vida de un danzante y por último “Los Zorros de Arriba y los Zorros de Abajo”, aquí narra como el danzante del mundo andino se enfrenta  a la presencia de los españoles que quisieron imponer su cultura y religión.
Con todo ello podemos ver como Arguedas defendió esta cultura en una época con mucha discriminación; también cabe recalcar que si Arguedas no hubiera existido esta danza no habría podido ser identificada, aunque tal vez con el pasar del tiempo se hubiera hecho reconocida por sus mismos creadores, aunque no con el mismo valor en cuanto a su preservación en el tiempo y el fruto que está dando en la actualidad ya que goza de un reconocimiento internacional
José María Arguedas antes de morir, dejo escrito que en su sepulcro lo homenajearan con la Danza de Tijeras. 


EL FOLKLOR DE ARGUEDAS
Entrevista realiza a la folclorista Chalena Vásquez
Chalena habla en su entrevista de dos conceptos fundamentales en las obras de   Arguedas que son LA LUZ y EL SONIDO, en los cuales va perfilando contextos, paisajes sonoros, a los  mismos personajes y también a la cultura Andina, donde describe las prácticas artísticas de la vida cotidiana, el trabajo que esta vinculado con la naturaleza de cómo puede influir la interpretación de la música en los estados de ánimo de las personas. La folclorista también comenta que si Arguedas utilizó la música no fue de manera casual si no como parte importante de la cultura de la gente de los pueblos con la que el convivio y compartió los momentos más felices de  su vida y de quienes aprendió y logro poseer esa gran sabiduría. 
En conclusión lo que trata de revelar o reflejar José María Arguedas en sus obras es transmitir, enseñar la forma indígena de cantar y que no solo se trataba de aprender los cantos, sino de adentrarse en el canto mismo. Y es que la forma del canto viene a ser una parte muy profunda de esta cultura.
Es algo así como el acento que acompaña al habla, aspecto que siendo tan característico de una lengua viva ninguna gramática puede registrar.
 
El acento en una de las huellas del idioma en tanto realidad eminente colectiva y que, aunque solo lo perciben los extraños, es capaz de sellar el sentimiento de pertenencia de una persona. La figura excepcional de Arguedas, excepcional en su autenticidad cultural que se manifiesta en la vivencia interior de determinados sentimientos y en su expresión exterior, a través del habla y del canto. A diferencia de tantos otros, en el no se trato de un "acercamiento" a la cultura indígena, o su reivindicación ni defensa compasiva, términos que remiten todos ellos a una relación exterior.


El Canto: una expresión divina

“Para la pena o para  a  la alegría, el indio siempre tiene un canto”.
José María Arguedas

El canto es una expresión natural del indígena. Tal vez la más sublime y la que guarda mayor carga de sensibilidad oral.
La voz del canto, es la voz del corazón, es la voz del alma del indio. Si a través de la palabra hablada, el indio puede expresar un sentimiento, es con el canto que en mayor profundidad se devela la esencialidad del indígena. Con el canto el indio se comunica con su pueblo, con sus hermanos. Expresan sus alegrías y sus tristezas. Pero también el canto es una comunicación con los seres que están más allá de su alcance. Por eso se canta también en los entierros de los indios. El indígena dedica su canto a la vida misma, por eso todo acontecimiento puede estar mediado por el canto.
En Señores e Indios José María Arguedas se detiene  a explicarnos la significación de los cantos. Cada canto está cargado de una gran significación simbólica, traeremos a colación dos de ellos como ejemplos de esta forma oral: el harawi y el wayno. El harawi concluye con un grito final que las mujeres prolongan en la voz más aguda.
"Son cantos de impresión - señala Arguedas - Es la expresión más intensa del hombre por comunicarse con las fuerzas  sobrenaturales, por llegar a ellas y conmoverlas"
. Así como el harawi, el wayno también tiene una gran significación para el indígena y para quien tiene una gran capacidad sensible de interpretar su contenido. "En el wayno - indica Arguedas - ha quedado toda la vida, todos los momentos de dolor, de alegría, de terrible lucha, y todos los instantes en que fue encontrando la luz y la salida al mundo grande en que podía ser como los mejores y rendir como los mejores.
Si encontramos este sentido en Arguedas para el canto del indígena, es evidente que toda su literatura esté acariciada por la melodía vibrante de la voz de los indios. Pues, para Arguedas, el canto se constituye en una manifestación cultural de gran relevancia en la sociedad indígena y a la que siempre intentaba destacar.
Según John Murra dice que "Arguedas llevaba de la mano a los músicos serranos a las estaciones de radio, a las disqueras; insistía en el registro de música y músicos autóctonos y buenos"
Por eso, cada canto tiende a sugerir una finalidad, a concretarse en un propósito que está encausado en el amor, la solidaridad, la tristeza, el dolor, el bien y el mal compartidos.
Se puede destacar la dificultad que asume Arguedas para revelar con su escritura el mundo indígena, porque detrás de esto es un hombre con memoria oral porque Arguedas vivió intensamente en sus primeros años, con los indígenas. Compartiendo su sensibilidad hasta la edad de siete años y memoria escrita porque Arguedas, una vez que entra a la Universidad siente el deseo de plasmar en su escritura el espesor poético de la cultura indígena con esta fusión busca  lograr una expresión que no sea solamente la concreción estética sino también uno de los caminos a la salida cultural del indígena.

lunes, 27 de junio de 2011

José María Arguedas y la cultura del Perú andino como pilar primordial para el exito de sus cuentos y obras

Si bien el escritor es considerado, principalmente, como autor de novelas y poemas, un artista de la palabra, y los críticos y académicos lo han encasillado en la corriente del indigenismo o indianismo, hay otras dimensiones del conocimiento social en el que ha hecho importantísimos aportes, con los que cada vez entendemos mejor nuestra compleja cultura.

La antropología peruana, por ejemplo, le debe mucho a José María Arguedas por los trabajos etnológicos y etnográficos que hizo sobre mitología prehispánica, música popular, folklore, el idioma quechua, la educación popular, historia y costumbres de pueblos andinos, hasta entonces ignorados por la visión “costeña” o centralista del que el Perú aún no puede despercudirse. Resultado de esas investigaciones están la revaloración de expresiones artísticas y rituales como “la danza de las tijeras” o la fiesta patronal en honor a la Virgen de la Candelaria, de Puno.

Al mismo tiempo, el país le debe a Arguedas, una de las miradas, enfoques, puntos de vista más interesantes y sinceras que se tiene de la realidad peruana, no solamente de la etapa que a él le tocó vivir, sino de toda la historia de un país que ha crecido desgarrado por miradas y percepciones divergentes, por la permanente y violenta pugna de culturas y por un proceso de mestizaje muy complejo y de sincretismo cultural único (entendiendo sincretismo cultural como reinterpretación). Pero, tal vez, sea la emotiva manera de retratar el Perú, desde la artística contemplación literaria hasta la estricta percepción científica social, que defendió hasta el último instante de su vida, el mayor aporte que este sencillo hombre provinciano hizo a un país tan entreverado y heterogéneo, tan desangrado y humillado, tan rico y opulento, tan diverso y hermoso, tan sufrido, tan amado.

Sin embargo, así como fue querido y respetado, Arguedas sufrió el artero ataque de quienes no comprendieron, o no quisieron hacerlo, el fondo de su obra literaria y propuesta cultural, lo que terminó sumiéndolo en la depresión, la que ya era parte de su vida íntima desde que, de niño, tuvo que huir de la casa para refugiarse en una alejada hacienda andina para recibir amor. Su vida personal, esa historia interna que lo atormentaba, que fue inseparable de su expresión artística y científica, también tuvo que salir a flote durante su matrimonio, su desempeño como funcionario público, como docente escolar y universitario, como escritor y como amigo, para terminar de carcomer su espíritu que, como él mismo dijo, sobrevivía solo por amor al Perú.

Pero tal parece que hemos ido leyendo la obra de Arguedas y comprendiendo, de alguna manera, la forma cómo él vio el Perú, y no hemos hecho lo que nos ha ido proponiendo en cada una de sus páginas, ver el Perú. Seguimos estudiando, y por supuesto disfrutando la obra de Arguedas, pero no hemos hecho la tarea de percibir al país desde aquellos lados oscuros con los que se manifiesta, sus canciones, danzas, costumbres, ritos y formas de convivencia que son, finalmente, los aspectos en los que se reconoce el espíritu de un país, una nación.

Al decir “lados oscuros” me refiero a que, a pesar de que conocemos y hemos visto muchas manifestaciones culturales, tanto de las grandes ciudades o de las pequeñas comunidades, aún no las hemos hecho nuestras, siguen siendo vistas como “alejadas” o del “interior”, o de las “provincias”, como si se trataran de sucesos de un espacio, un mundo, una cultura ajena a la nuestra. No hay un interés subliminal o subjetivo de presentar los otros rostros del Perú, como dicen los modernos detractores de Arguedas, sino de recordar que el encargo intelectual del autor de “Todas las sangres” fue hacer que aquellos pueblos olvidados y marginados, con todo y su cultura, su pobreza y su historia, puedan sobreponerse a su estado de degradados y continuar su vida al compás de un progreso que no se traduce en riqueza monetaria, sino en calidad de vida.

Difícil de comprender para algunos intelectuales, que no han ido más allá de las páginas de “Los ríos profundos” o “Agua” para encontrarse con un Perú más rico aún, más allá de las montañas y entre los cálidos valles andinos, donde habitan, cantan y bailan y siembran la tierra y saludan a sus dioses y se adornan los sombreros con flores y que esperan tener su oportunidad para ser, también peruanos. Errónea la forma de pensar aquella que dice que ver el Perú desde adentro es no avanzar. “Avanzar” ¿cómo? ¿Hacia dónde? errónea la forma aquella de decir, como muchos “costeños” o “urbanos” impostados que escuchar huayñitos es atraer la pobreza.

La obra de José María Arguedas es un moderno y emotivo fresco de la realidad peruana del siglo veinte, desde donde se puede ver el pasado y proponer el futuro, como lo han hecho los antiguos peruanos en su visión circular del mundo.


Manifestaciones de respeto del medio ambiente por parte de las comunidades indígenas del Perú

Los pueblos indígenas y el medio ambiente




La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en junio de 1992, fue un acontecimiento importante para los pueblos indígenas y sus derechos en relación con el medio ambiente.  La Conferencia, o Cumbre de la Tierra como se la llama, reconoció que corresponde a los pueblos indígenas y a sus comunidades desempeñar una función crítica en la gestión y el aprovechamiento del medio ambiente.  Se reconoció la importancia de los conocimientos y prácticas tradicionales de los pueblos indígenas y la comunidad internacional se comprometió a promover, fortalecer y proteger los derechos, conocimientos y prácticas de los pueblos indígenas y sus comunidades.

Durante la Cumbre de la Tierra, pueblos indígenas y organizaciones no gubernamentales se congregaron en Karioca, Brasil, para compartir sus preocupaciones en relación con el medio ambiente.  La Declaración de Karioca y la Carta de la Tierra de los pueblos indígenas aprobadas en esta asamblea son una exposición de los valores de los pueblos indígenas del mundo y el reconocimiento de su relación singular con la Tierra.  Las voces unidas de los pueblos indígenas contribuyeron a determinar los resultados de la Cumbre de la Tierra.
Otro resultado importante de la Cumbre de la Tierra fue la aprobación el Convenio sobre la diversidad biológica.  En el Convenio se reconoce la estrecha dependencia de muchas comunidades indígenas respecto de los recursos biológicos y la conveniencia de compartir equitativamente los beneficios que se derivan de la utilización de los conocimientos tradicionales, las innovaciones y las prácticas para la conservación de la diversidad biológica, lo que comprende la diversidad de las especies.

Muchas de las regiones de la más intensa diversidad biológica de la Tierra son habitadas por pueblos indígenas.  Los "17 biológicos", es decir, los 17 países que albergan más de dos terceras partes de los recursos biológicos de la Tierra, son también los territorios tradicionales de la mayoría de los pueblos indígenas del mundo.  (Los países llamados los "17 biológicos" son:  Australia, Brasil, China, Colombia, el Ecuador, los Estados Unidos de América, Filipinas, la India, Indonesia, Madagascar, Malasia, México, Papúa Nueva Guinea, el Perú, la República
Democrática del Congo, Sudáfrica y Venezuela.)

La diversidad de las especies es importante para el funcionamiento natural de los ecosistemas y la supervivencia de las especies es un indicador de la salud del medio ambiente.  Los pueblos indígenas han perdido ya, o corren el riesgo de perder, tierras ancestrales y lugares sagrados, muchos de los cuales contienen la biodiversidad más rica del mundo.  Los gobiernos que se han adherido al Convenio sobre la diversidad biológica tienen la obligación de poner en vigor leyes internas o de modificar sus constituciones para garantizar la participación de los pueblos indígenas en la conservación y la utilización sostenible de su medio ambiente.
El derecho de los pueblos indígenas a participar en la utilización, gestión y conservación de los recursos naturales se reconoce también en el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas y tribales en los países independientes, así como en el proyecto de declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.  En el proyecto de declaración se proclama el derecho de los pueblos indígenas a poseer sus tierras tradicionales y a gestionar su medio ambiente y recursos.

Desde la celebración de la Cumbre de la Tierra en 1992, ha seguido creciendo el interés por los derechos de los pueblos indígenas y el medio ambiente.  Los pueblos indígenas y los no indígenas tienen cada vez más conciencia de que las tierras tradicionales y los recursos naturales son indispensables para la supervivencia económica y cultural de los pueblos indígenas.  Algunos países, entre ellos el Canadá, Australia, Finlandia, el Brasil y Filipinas, han adoptado medidas legislativas que reconocen los derechos indígenas sobre la tierra o han establecido procedimientos jurídicos para la participación indígena en los asuntos relacionados con la tierra.

Un número cada vez mayor de Estados ha modificado la constitución nacional para reconocer los derechos ancestrales de los pueblos indígenas a ocupar, poseer y gestionar sus tierras y territorios tradicionales.  Muchos países han creado ministerios del medio ambiente y han elaborado declaraciones y estrategias para la política nacional al respecto.  Aun cuando algunos gobiernos consultan actualmente a los pueblos indígenas acerca de los derechos sobre la tierra y el medio ambiente, muchos Estados no han puesto todavía en vigor leyes o políticas que reconozcan las reclamaciones indígenas sobre la tierra o promuevan la participación de los pueblos indígenas.


 
CONCESIONES ANTIMINERAS EN PUNO
La promoción de industrias extractivas, con el consiguiente otorgamiento de concesiones mineras y petroleras a lo largo y ancho del país, es entendido por los grupos empresariales y los defensores de la economía, como un indicador de las buenas perspectivas de crecimiento macro económico peruano y la posibilidad de captar miles de millones de dólares en inversión privada. Sin embargo, para los miles de peruanos y peruanas que habitan en las zonas rurales y que solamente cuentan con un pedazo de tierra como único medio para obtener lo necesario para su autoconsumo y contar con algún ingreso que les permita solventar sus necesidades mínimas, la noticia de que su tierra ha sido concesionada es recibida como una pérdida irremediable de sus derechos sobre ésta.
Mientras el estado y las empresas continúen afectando con su actuación el derecho de propiedad y la posesión de quienes habitan en el campo, persistirá el rechazo contra el otorgamiento de concesiones, por lo que cualquier intento de ejecución de proyectos mineros tendrá sobre sí la sombra de la protesta de una población que no dudará en manifestar su descontento, que lo único que quieren es que sus tierras y ríos no sean contaminados por estas actividades que perjudicaría su principal actividad económica que es para ellos la agricultura.




Cuál es la causa de la protesta en Puno

El conflicto entre las comunidades campesinas de Puno y el Gobierno continúa. Si bien el gobierno ha cedido en algunas cosas, las comunidades campesinas han solicitado la cancelación definitiva de todas las concesiones mineras, lo cual ha entrampado la continuación de las negociaciones. A continuación, presentamos algunos comentarios al respecto.

La causa de la protesta es la contaminación del hábitat de las comunidades y pueblos indígenas en Puno. Así de sencillo, no se trata de un simple temor infundado, Puno se ha convertido en la segunda región con el mayor número de hectáreas concesionadas del país, Las concesiones mineras en Puno pasaron de 433,321 hectáreas el año 2002 a 1’643,746 hectáreas en 2010, un aumento del 279%. Además, aparte de las concesiones mineras, están los lotes de hidrocarburos 155 y 156 en el Lago Titicaca, el 70% del territorio de Puno está concesionado (fuente MEM). Todas estas concesiones han sido autorizadas de forma inconsulta con gobiernos regionales, locales y la comunidad.

 Como dice el economista José de Echave, Director de Cooperación del Diario La República, si bien no todas las concesiones se convertirán en operaciones mineras y que hay áreas que están excluidas pese a estar concesionadas, lo cierto es que los pobladores perciben que la expansión de esta actividad no cesa de aumentar en la mayoría de provincias y que carecen de mecanismos de control y regulación de la contaminación ambiental. No es difícil comprender el temor de las comunidades campesinas de Puno de que estos resultados los afecten también a ellos.

En la provincia de Melgar, por ejemplo, existen 423 concesiones, a pesar de que es una provincia eminentemente ganadera. Eso ha hecho que la población reaccione y proteste porque Melgar es la capital ganadera del Perú, además de ser considerada como la capital mundial de la alpaca. En Melgar se realizan 2 ferias nacionales, 6 ferias regionales y 80 ferias locales. Según refiere César Rodríguez, abogado y miembro del equipo técnico-legal del Comité de Lucha de la Provincia de Melgar, existen indicios de contaminación y presencia de metales pesados en el río Ayaviri y también en la cuenca donde está la mina Huacoto. Eso ha hecho que la gente se organice.

Es un duro golpe para las comunidades campesinas, que poco a poco estas concesiones irán quitando las hectáreas que les pertenecía para que las ocupen empresas transnacionales para la extracción de minerales metálicos, contaminado sus tierras y ríos.






Se pueden cancelar definitivamente todas las concesiones mineras de Puno

Las comunidades campesinas de Puno están pidiendo el cese y la cancelación definitiva de todas las concesiones mineras de Puno. Se trata de una demanda que difícilmente puede ser encausada jurídicamente en la medida en que no han sido consultadas, las concesiones tienen una nulidad, y podrían ser declaradas nulas y sin efectos jurídicos a través de un proceso de amparo.

Lo que sí tienen las comunidades campesinas es al derecho al consentimiento, de conformidad con la sentencia de la corte interamericana de derechos humanos recaída en el caso Saramaka, según esta, cuando la medida a consultar sea susceptible de poner en peligro la subsistencia las comunidades campesinas de Melgar o puedan generar gran impacto en estas, el Estado deberá no solo consultar, sino obtener el consentimiento de las comunidades campesinas. Se entenderá gran impacto cuando estamos ante proyectos que implican la pérdida de territorios y tierras tradicionales, el desalojo, la migración, el posible reasentamiento, el agotamiento de los recursos necesarios para la subsistencia física y cultural, la destrucción y contaminación del ambienta tradicional, la desorganización social y comunitaria, los impactos negativos sanitarios y nutricionales de larga duración, y el abuso y la violencia. En estos casos, en la medida en que se afectan derechos y bienes jurídicos constitucionales, relacionados con la dignidad, con la vida y la salud de los pueblos indígenas, no podrá realizarse ningún tipo de actividad extractiva por parte de las mineras o empresas concesionadas



Comentario de un indígena



Nuestra cultura en toda Abya Yala (América), rinde culto, guarda mucho respeto por la Madre Naturaleza (en quechua Pachamama).

Muchos de nuestros hermanos ya han perdido sus lenguas, ya ni se reconocen indígenas, pero sentimos nuestra cultura, hasta que, como dicen, “se nos sale el indio” cuando agreden algo sagrado.

Nunca antes fue tan fuertemente agredida la Madre Naturaleza. Fundamentalmente las minas y los yacimientos de petróleo y gas están envenenando nuestras aguas, matando nuestros suelos, las aves, los peces, todo aquello que es fundamental e imprescindible para nuestras vidas, no nos queda otro camino que la rebelión, nos están matando.

Podemos ser quechuas, mayas, mapuches, sioux, mohauk, lo mismo da.

Queremos que se nos respete y a nuestra madre naturaleza también, sino tomaremos medidas por nuestras propias manos.