lunes, 27 de junio de 2011

Manifestaciones de respeto del medio ambiente por parte de las comunidades indígenas del Perú

Los pueblos indígenas y el medio ambiente




La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en junio de 1992, fue un acontecimiento importante para los pueblos indígenas y sus derechos en relación con el medio ambiente.  La Conferencia, o Cumbre de la Tierra como se la llama, reconoció que corresponde a los pueblos indígenas y a sus comunidades desempeñar una función crítica en la gestión y el aprovechamiento del medio ambiente.  Se reconoció la importancia de los conocimientos y prácticas tradicionales de los pueblos indígenas y la comunidad internacional se comprometió a promover, fortalecer y proteger los derechos, conocimientos y prácticas de los pueblos indígenas y sus comunidades.

Durante la Cumbre de la Tierra, pueblos indígenas y organizaciones no gubernamentales se congregaron en Karioca, Brasil, para compartir sus preocupaciones en relación con el medio ambiente.  La Declaración de Karioca y la Carta de la Tierra de los pueblos indígenas aprobadas en esta asamblea son una exposición de los valores de los pueblos indígenas del mundo y el reconocimiento de su relación singular con la Tierra.  Las voces unidas de los pueblos indígenas contribuyeron a determinar los resultados de la Cumbre de la Tierra.
Otro resultado importante de la Cumbre de la Tierra fue la aprobación el Convenio sobre la diversidad biológica.  En el Convenio se reconoce la estrecha dependencia de muchas comunidades indígenas respecto de los recursos biológicos y la conveniencia de compartir equitativamente los beneficios que se derivan de la utilización de los conocimientos tradicionales, las innovaciones y las prácticas para la conservación de la diversidad biológica, lo que comprende la diversidad de las especies.

Muchas de las regiones de la más intensa diversidad biológica de la Tierra son habitadas por pueblos indígenas.  Los "17 biológicos", es decir, los 17 países que albergan más de dos terceras partes de los recursos biológicos de la Tierra, son también los territorios tradicionales de la mayoría de los pueblos indígenas del mundo.  (Los países llamados los "17 biológicos" son:  Australia, Brasil, China, Colombia, el Ecuador, los Estados Unidos de América, Filipinas, la India, Indonesia, Madagascar, Malasia, México, Papúa Nueva Guinea, el Perú, la República
Democrática del Congo, Sudáfrica y Venezuela.)

La diversidad de las especies es importante para el funcionamiento natural de los ecosistemas y la supervivencia de las especies es un indicador de la salud del medio ambiente.  Los pueblos indígenas han perdido ya, o corren el riesgo de perder, tierras ancestrales y lugares sagrados, muchos de los cuales contienen la biodiversidad más rica del mundo.  Los gobiernos que se han adherido al Convenio sobre la diversidad biológica tienen la obligación de poner en vigor leyes internas o de modificar sus constituciones para garantizar la participación de los pueblos indígenas en la conservación y la utilización sostenible de su medio ambiente.
El derecho de los pueblos indígenas a participar en la utilización, gestión y conservación de los recursos naturales se reconoce también en el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas y tribales en los países independientes, así como en el proyecto de declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.  En el proyecto de declaración se proclama el derecho de los pueblos indígenas a poseer sus tierras tradicionales y a gestionar su medio ambiente y recursos.

Desde la celebración de la Cumbre de la Tierra en 1992, ha seguido creciendo el interés por los derechos de los pueblos indígenas y el medio ambiente.  Los pueblos indígenas y los no indígenas tienen cada vez más conciencia de que las tierras tradicionales y los recursos naturales son indispensables para la supervivencia económica y cultural de los pueblos indígenas.  Algunos países, entre ellos el Canadá, Australia, Finlandia, el Brasil y Filipinas, han adoptado medidas legislativas que reconocen los derechos indígenas sobre la tierra o han establecido procedimientos jurídicos para la participación indígena en los asuntos relacionados con la tierra.

Un número cada vez mayor de Estados ha modificado la constitución nacional para reconocer los derechos ancestrales de los pueblos indígenas a ocupar, poseer y gestionar sus tierras y territorios tradicionales.  Muchos países han creado ministerios del medio ambiente y han elaborado declaraciones y estrategias para la política nacional al respecto.  Aun cuando algunos gobiernos consultan actualmente a los pueblos indígenas acerca de los derechos sobre la tierra y el medio ambiente, muchos Estados no han puesto todavía en vigor leyes o políticas que reconozcan las reclamaciones indígenas sobre la tierra o promuevan la participación de los pueblos indígenas.


 
CONCESIONES ANTIMINERAS EN PUNO
La promoción de industrias extractivas, con el consiguiente otorgamiento de concesiones mineras y petroleras a lo largo y ancho del país, es entendido por los grupos empresariales y los defensores de la economía, como un indicador de las buenas perspectivas de crecimiento macro económico peruano y la posibilidad de captar miles de millones de dólares en inversión privada. Sin embargo, para los miles de peruanos y peruanas que habitan en las zonas rurales y que solamente cuentan con un pedazo de tierra como único medio para obtener lo necesario para su autoconsumo y contar con algún ingreso que les permita solventar sus necesidades mínimas, la noticia de que su tierra ha sido concesionada es recibida como una pérdida irremediable de sus derechos sobre ésta.
Mientras el estado y las empresas continúen afectando con su actuación el derecho de propiedad y la posesión de quienes habitan en el campo, persistirá el rechazo contra el otorgamiento de concesiones, por lo que cualquier intento de ejecución de proyectos mineros tendrá sobre sí la sombra de la protesta de una población que no dudará en manifestar su descontento, que lo único que quieren es que sus tierras y ríos no sean contaminados por estas actividades que perjudicaría su principal actividad económica que es para ellos la agricultura.




Cuál es la causa de la protesta en Puno

El conflicto entre las comunidades campesinas de Puno y el Gobierno continúa. Si bien el gobierno ha cedido en algunas cosas, las comunidades campesinas han solicitado la cancelación definitiva de todas las concesiones mineras, lo cual ha entrampado la continuación de las negociaciones. A continuación, presentamos algunos comentarios al respecto.

La causa de la protesta es la contaminación del hábitat de las comunidades y pueblos indígenas en Puno. Así de sencillo, no se trata de un simple temor infundado, Puno se ha convertido en la segunda región con el mayor número de hectáreas concesionadas del país, Las concesiones mineras en Puno pasaron de 433,321 hectáreas el año 2002 a 1’643,746 hectáreas en 2010, un aumento del 279%. Además, aparte de las concesiones mineras, están los lotes de hidrocarburos 155 y 156 en el Lago Titicaca, el 70% del territorio de Puno está concesionado (fuente MEM). Todas estas concesiones han sido autorizadas de forma inconsulta con gobiernos regionales, locales y la comunidad.

 Como dice el economista José de Echave, Director de Cooperación del Diario La República, si bien no todas las concesiones se convertirán en operaciones mineras y que hay áreas que están excluidas pese a estar concesionadas, lo cierto es que los pobladores perciben que la expansión de esta actividad no cesa de aumentar en la mayoría de provincias y que carecen de mecanismos de control y regulación de la contaminación ambiental. No es difícil comprender el temor de las comunidades campesinas de Puno de que estos resultados los afecten también a ellos.

En la provincia de Melgar, por ejemplo, existen 423 concesiones, a pesar de que es una provincia eminentemente ganadera. Eso ha hecho que la población reaccione y proteste porque Melgar es la capital ganadera del Perú, además de ser considerada como la capital mundial de la alpaca. En Melgar se realizan 2 ferias nacionales, 6 ferias regionales y 80 ferias locales. Según refiere César Rodríguez, abogado y miembro del equipo técnico-legal del Comité de Lucha de la Provincia de Melgar, existen indicios de contaminación y presencia de metales pesados en el río Ayaviri y también en la cuenca donde está la mina Huacoto. Eso ha hecho que la gente se organice.

Es un duro golpe para las comunidades campesinas, que poco a poco estas concesiones irán quitando las hectáreas que les pertenecía para que las ocupen empresas transnacionales para la extracción de minerales metálicos, contaminado sus tierras y ríos.






Se pueden cancelar definitivamente todas las concesiones mineras de Puno

Las comunidades campesinas de Puno están pidiendo el cese y la cancelación definitiva de todas las concesiones mineras de Puno. Se trata de una demanda que difícilmente puede ser encausada jurídicamente en la medida en que no han sido consultadas, las concesiones tienen una nulidad, y podrían ser declaradas nulas y sin efectos jurídicos a través de un proceso de amparo.

Lo que sí tienen las comunidades campesinas es al derecho al consentimiento, de conformidad con la sentencia de la corte interamericana de derechos humanos recaída en el caso Saramaka, según esta, cuando la medida a consultar sea susceptible de poner en peligro la subsistencia las comunidades campesinas de Melgar o puedan generar gran impacto en estas, el Estado deberá no solo consultar, sino obtener el consentimiento de las comunidades campesinas. Se entenderá gran impacto cuando estamos ante proyectos que implican la pérdida de territorios y tierras tradicionales, el desalojo, la migración, el posible reasentamiento, el agotamiento de los recursos necesarios para la subsistencia física y cultural, la destrucción y contaminación del ambienta tradicional, la desorganización social y comunitaria, los impactos negativos sanitarios y nutricionales de larga duración, y el abuso y la violencia. En estos casos, en la medida en que se afectan derechos y bienes jurídicos constitucionales, relacionados con la dignidad, con la vida y la salud de los pueblos indígenas, no podrá realizarse ningún tipo de actividad extractiva por parte de las mineras o empresas concesionadas



Comentario de un indígena



Nuestra cultura en toda Abya Yala (América), rinde culto, guarda mucho respeto por la Madre Naturaleza (en quechua Pachamama).

Muchos de nuestros hermanos ya han perdido sus lenguas, ya ni se reconocen indígenas, pero sentimos nuestra cultura, hasta que, como dicen, “se nos sale el indio” cuando agreden algo sagrado.

Nunca antes fue tan fuertemente agredida la Madre Naturaleza. Fundamentalmente las minas y los yacimientos de petróleo y gas están envenenando nuestras aguas, matando nuestros suelos, las aves, los peces, todo aquello que es fundamental e imprescindible para nuestras vidas, no nos queda otro camino que la rebelión, nos están matando.

Podemos ser quechuas, mayas, mapuches, sioux, mohauk, lo mismo da.

Queremos que se nos respete y a nuestra madre naturaleza también, sino tomaremos medidas por nuestras propias manos.

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